Araña prodigiosa
Imagen tomada en el exterior del Museo Guggengheim de Bilbao. La araña es obra del artista Louise Bourgeois y tiene 9 metros de altura. Fue concebida como un homenaje a su madre que era tejedora.
Imagen tomada en el exterior del Museo Guggengheim de Bilbao. La araña es obra del artista Louise Bourgeois y tiene 9 metros de altura. Fue concebida como un homenaje a su madre que era tejedora.
Más conocida por tener uno de los acueductos romanos mejor conservados del mundo, la ciudad de Segovia atesora muchos otros monumentos y lugares que la convierten en un destino altamente recomendable. Como por ejemplo su plaza Mayor. Esta hermosa plaza que ha sufrido distintas modificaciones a lo largo de la historia es considerada como el corazón de la ciudad.
Algunos pensaréis que para ser el “corazón” presenta un aspecto muy tranquilo. La explicación es sencilla: la foto está tomada a las doce de la noche del mes de febrero, con un frío que pelaba y que no invitaba precisamente a estar en la calle.
Cercana, pero poco conocida. Así podríamos definir la situación de la Comunidad Extremeña hasta hace muy poco tiempo; la de una tierra llena de atractivos turísticos pero muy poco conocida
El otro día estuve hablando un rato con mi amigo Javier (Socram) y le comenté que me gustaba esta foto, pero que no sabía por qué. El echó un rápido vistazo a la imagen y en un santiamén contestó -está claro; las personas parecen notas sobre un pentagrama-.
Conclusión primera: es evidente que tiene mucha más imaginación visual que yo.
Conclusión segunda: será menester volver a preguntar en caso de duda.
Getaria es una pequeña población vasca conocida por ser la ciudad natal de Juan Sebastián Elcano, el primer hombre que consiguió el reto imposible, en aquellos tiempos, de dar la vuelta al mundo. Otra referencia importante de la ciudad es Balenciaga, probablemente el diseñador más importante que ha dado la moda española y que cuenta con un pequeño museo en la villa. A los dos anteriores se ha sumado recientemente un tercero, su aparición en la divertida y exitosa película “Ocho apellidos vascos”. Son pocos los que la han visto y no se han quedado prendados de sus paisajes, impelidos por un deseo irrefrenable de contemplarlos personalmente.
Hubo un tiempo en el que Granada fue el centro de un imperio como no habían conocido los siglos. Allí, en el recinto de La Alhambra, decidió Carlos V construir un palacio que mostrara al mundo el poderío de un monarca que se sentía universal. Este palacio fue definido con razón como el ombligo del mundo… ¡Y no era exageración andaluza!
Plaza de Santa María, el corazón de la ciudad medieval de Cáceres.
Inaugurada en el año 1851 como un embarcadero, la estación de Atocha ha sido la protagonista indiscutible del desarrollo del ferrocarril en España. En la actualidad se ha convertido en un moderno y complejo nudo ferroviario que atiende a tres tipos de viajeros; los que utilizan el AVE, los trenes convencionales de Larga Distancia, y los que prestan servicios de Cercanías. Sería más exacto decir que, en realidad, son tres estaciones distintas que comparten espacios comunes.
La fiesta del Cascamorras, declarada de “interés turístico internacional”, se celebró este año el 9 de septiembre, cumpliendo con una tradición centenaria. Para los que no conozcan la historia, os copio el relato que se hace de la misma en la página web de la Hermandad.
El origen de esta tradición popular se remonta al final del siglo XV y principios del XVI, tras la reconquista de Granada por los Reyes Católicos.
Existen varias versiones de cómo sucedieron los hechos, pero la más extendida cuenta que un agricultor vecino de la ciudad de Guadix, llamado Juan Pedernal, se encontraba trabajando la tierra en el término municipal de Baza, en el lugar donde hubo una antigua ermita mozárabe, cuando al dar un golpe de azada descubrió una pequeña imagen de una Virgen que se conoce desde entonces como la Virgen de la Piedad.
Desde que el presidente americano Bill Clinton afirmara que el atardecer más hermoso del mundo era el que se veía desde el Mirador de San Nicolás, en el barrio del Albaicin, son legión los turistas que acuden cada tarde a este lugar para comprobar por sí mismos la veracidad de sus palabras. Pocos quedan decepcionados, especialmente si el tiempo acompaña y se muestra generoso con la luz. A última hora de la tarde, más que iluminar el monumento, parece que lo acaricia bañándolo con un suave manto de oro.
Una leyenda dice que bajo La Alhambra hay enterrado un tesoro lleno de monedas de oro que todavía no ha sido encontrado. Viendo el atardecer desde el Mirador de San Nicolás es fácil pensar que quizás la leyenda está equivocada y en realidad el tesoro no es otro que la luz que cada atardecer ilumina la fortaleza.