Descripción del viaje
La Selva Negra alemana y la región de Alsacia en Francia se presentan como un dúo de destinos que fusionan naturaleza, historia y gastronomía en una experiencia de viaje incomparable. En el extremo suroeste de Alemania, la Selva Negra ofrece un paisaje dominado por bosques densos de pinos y abetos que esconden senderos tranquilos. Sus pueblos, con entramados de madera y relojes cuco, conservan una estética que parece sacada de un cuento. El clima fresco del lugar invita a recorrer pueblos históricos como Baden-Baden y Triberg, donde la cultura y el bienestar conviven en spas, museos y casonas de madera.
Y, cuando se decide cruzar la frontera, Alsacia se despliega a la vista con Colmar, ciudad de canales y fachadas coloreadas que parecen cuadros vivientes. En Estrasburgo, la Grande Île sorprende con una catedral gótica imponente y un casco antiguo que irradia historia en cada esquina. Este viaje no es solo un paseo por paisajes idílicos; es una invitación a comprender cómo dos territorios, separados por una frontera, narran una misma historia de naturaleza, tradición y sabor.