Construido bajo el patrocinio de Agripa, yerno del emperador Augusto, entre el año 16 y 15 antes de Cristo, el Teatro Romano de Mérida es uno de los mejor conservados del mundo. Contaba inicialmente con una capacidad de 6.000 espectadores distribuidos en zonas según su posición social. Como suele ser norma, los ricos y poderosos cerca del escenario y los humildes en el “gallinero” o zona más alta del graderío. El teatro es un ejemplo más del gran sentido práctico que tenían los romanos. Fue levantado sobre la ladera de un cerro lo que facilitó su construcción y abarató enormemente los costes.
En la actualidad, el teatro, además de ser uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad de Mérida, se sigue utilizando para los fines que fue ideado. Acoge anualmente uno de los festivales de teatro más importantes de España, el “Festival de Teatro Clásico de Mérida”, un evento que se viene desarrollando en la ciudad desde el año 1933 ¡Debe ser una delicia asistir a una obra clásica dentro de un recinto que cuenta con más de 2000 años de historia!
El Teatro Romano de Mérida fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1993. España es el segundo país del mundo que cuenta con más galardones tras la inalcanzable Italia. Recibir el galardón es motivo de orgullo y establece un compromiso ineludible, el de preservar y conservar el bien para las generaciones futuras.