
En medio de las landas y los bosques, Rochefort-en-Terre se yergue sobre un peñasco rocoso y se engalana con flores de todos los colores. Esa combinación le ha permitido entrar en el club de los pueblos más bonitos de Francia. Aquí se cuidan todos los detalles: callejuelas adoquinadas, rótulos armonizados… La ciudad parece una joya engarzada en el corazón de Morbihan. No te olvides de levantar la vista para admirar las casas medievales de la encantadora plaza del Puits y de la calle Saint-Michel. En verano, la ciudad es totalmente peatonal. ¡La felicidad total! vacaciones-bretana.com