Esta semana os dejo con una descripción que hace el periódico La Vanguardia de la isla de Porto Santo. Es una visita imprescindible cuando se viaja a Madeira. En el enlace tenéis el artículo completo.
Porto Santo, la belleza salvaje de la hermana pequeña y desconocida de Madeira
Conocida como la isla dorada, la segunda hermana del archipiélago Atlántico es mucho más que una playa infinita, catalogada en alguna ocasión como la mejor de Europa. Este territorio bendecido por la naturaleza es, además, un tesoro geológico, sólo apto para quienes saben ver en su encanto austero una sucursal del paraíso
Ni tiene el mismo perfil escarpado, ni exhibe el verdor de la isla de Madeira, su hermana mayor en este archipiélago portugués posado en un pliegue del Atlántico, a unos 500 kilómetros de la costa africana. Porto Santo es árida y plana, desnuda y porosa, enigmática y austera. Es sol, arena y mar.Aquí, en este territorio volcánico, la belleza tiene otros parámetros. Los que miden su extraña fuerza natural, su arena ancestral con virtudes terapéuticas, sus maravillas geológicas. Porto Santo es un lugar que conserva un carácter genuino, como de principio de los tiempos. Un micromundo encerrado en apenas 43 km2, en el que son más los visitantes que se acercan a conocerla que los vecinos que moran en la isla.Un micromundo encerrado en apenas 43 km2
Descubierta gracias a una tempestad en 1418, antes de que los navegantes dieran con la isla vecina, su historia está marcada por el saqueo de piratas y corsarios que sacaban rédito a su vulnerabilidad geográfica. Y también por la sequía. Apenas llueve en este rincón. El trágico récord se sitúa en el siglo XIX: ni una gota durante 12 años.