La plaza de la Virgen Blanca es uno de los lugares más queridos de los vitorianos y el más conocido de la ciudad vasca. Situada entre el casco viejo y el ensanche, suele ser lugar de encuentro y punto de partida en los itinerarios turísticos. Además de la belleza, apreciable en la imagen, la plaza cuenta con una singularidad sorprendente: ha cambiado de nombre más de 10 veces a lo largo de su historia. Uno de ellos fue el de “Plaza del Mentirón”, nombre popular que aludía a la costumbre popular de utilizarla como lugar de charlas y cotilleos.