Sri Lanka
Sigiriya
La singularidad y belleza de Sigiriya hace que algunos la consideren la octava maravilla del mundo. Y es que este emplazamiento es uno de los lugares más interesantes del triángulo de las antiguas ciudades de Sri Lanka. Tras permanecer abandonada y escondida por la jungla durante cinco siglos, en 1831 fue descubierta por azar por Jonathan Forbes, mayor del ejército británico.
Enclavada en lo alto de una colina volcánica de 370 metros de altura, la ciudad está enteramente esculpida en la piedra. La Roca del León es una auténtica fortaleza en la que se conservan las ruinas del rey Kasyapa, los jardines reales y una considerable extensión de fosos y muros de defensa.
Figuras de ninfas celestiales, cuevas, un enorme estanque artificial y una roca con forma de trono son algunas de las sorpresas que depara a quienes visitan Sigiriya desafiando al vértigo. lavanguardia.com