Como se puede apreciar en la foto pocos lugares tan singulares como la ciudad de Guadix. Si de algo podemos presumir es de riqueza paisajística y a las pruebas me remito: en primer término la zona de “badlands”, detrás las cuevas de fachadas blancas que se desparraman por las cañadas y se mezclan con los cerros arcillosos, en el centro el casco histórico al abrigo de la catedral y la alcazaba, y para finalizar, la vega que con su sempiterno tono verde añade color, alegría y vida al entorno.