Inaugurada en el año 1851 como un embarcadero, la estación de Atocha ha sido la protagonista indiscutible del desarrollo del ferrocarril en España. En la actualidad se ha convertido en un moderno y complejo nudo ferroviario que atiende a tres tipos de viajeros; los que utilizan el AVE, los trenes convencionales de Larga Distancia, y los que prestan servicios de Cercanías. Sería más exacto decir que, en realidad, son tres estaciones distintas que comparten espacios comunes.
En la foto se puede apreciar su estado actual tras recibir una radical reforma que modernizó sus instalaciones e incluyó unos hermosos jardines en su espacio central. El resultado salta a la vista. Al entrar en la estación tienes la sensación de estar en una pequeña jungla tropical, exuberante y hermosa. Inevitablemente te asalta una duda. No sé por qué, pero las dudas siempre
te asaltan, nunca llegan despacito. ¿Habrá quién pierda el tren por quedarse embelesado en esta singular selva? Me juego el cuello a que si.