Esta etapa de la Route 66 era una de las más esperadas en nuestro viaje desde Chicago a Los Angeles. Previamente nos lo habían advertido: “vais a ver uno de los lugares más hermosos del planeta”. Así que el día antes cargamos las baterías de las cámaras, limpiamos escrupulosamente los objetivos, nos aseguramos de que todo funcionaba correctamente y nos dispusimos a comprobar la afirmación. Horas mas tarde, al comprar las entradas para acceder al Parque Nacional del Gran Cañón del Río Colorado, mi amigo Tomás, siempre pendiente de los detalles, le preguntó al guardia forestal de la taquilla cuál era el mejor lugar para fotografiar la puesta de sol. Éste, tras dudar un momento, nos señalo amablemente un lugar en el mapa y nos dijo la habitual fórmula de cortesía: “enjoy your trip”. Desde ese mirador esta tomada la foto. Yo creo que nuestro amable guardia no andaba muy descaminado.