Este fantástico lugar para los aficionados a la fotografía se encuentra dentro de la reserva de los indios navajos. De hecho, está prohibido entrar en el mismo si no se va acompañado de un guía de esta tribu. Ello es debido a lo peligroso que resulta el lugar en época de tormentas. Estas suelen llegar de forma imprevista y torrencial lo que hace que el cañón se inunde rápidamente, convirtiéndose en una ratonera para aquellos que desconocen su trazado.
En la foto se pueden ver las fantásticas formas que descubre la luz al reflejarse en las paredes del cañón.