Aunque no goza de la fama de Sidney o Melbourne, la ciudad de Adelaide compensa al visitante con un ritmo de vida agradable y tranquilo. Comparte aspectos comunes con muchas urbes americanas; calles, parques, edificios, comercios, tráfico… pero, por ahora, no ha sucumbido al estrés de aquellas.
La apuesta que han hecho algunas aerolíneas por su aeropuerto, la ha convertido en una puerta de entrada prioritaria para muchas de las personas que entran al país.