La luz de Santorini
La isla de Santorini tiene fama de ser la más hermosa de Grecia. No parece ésta exagerada. Su situación, sobre los restos de un enorme volcán que colapsó, le otorgan unas características tan especiales que la hacen única en el mundo. Sus dos principales ciudades, Fira y Oia se presentan ante nuestros ojos como un milagro, un ejemplo de la capacidad del hombre para sobrevivir en los lugares más inhóspitos e inverosímiles y, en este caso además, para hacerlo de forma armoniosa con el entorno, añadiendo belleza a un sitio que ya lo es de por sí. Encaramadas en las laderas del volcán, su laberíntico urbanismo desafía cualquier lógica. Bañadas permanentemente por la intensa y cegadora luz que reciben del sol y del mar, se podría pensar que ésta es el cemento, el elemento vital que las mantiene en pie. No hay duda, si existe un lugar en el mundo al que se le puede poner el adjetivo de “luminoso”, ese es Santorini.