Presa Hoover
Llegamos a Las Vegas a primera hora de la tarde e inmediatamente subimos a la habitación de nuestro hotel, un vanguardista edificio inmejorablemente situado en “The Strip”. Tomás, siempre pendiente de los detalles, se había preocupado de pedir una habitación bien situada. ¡Y vaya sí lo había conseguido! Una suite en la planta 32 que ofrecía unas vistas de infarto; toda la ciudad y su entorno se abrían bajo nuestros pies. Tras hacer unas fotos nocturnas, al regresar al hotel, hicimos lo más fácil: ¿Tomás qué toca mañana? Dándonos la bronca por nuestra indolencia y refunfuñando dijo: Hoover Dam.