Hoy os copio parte de un artículo publicado en El País en el que citan las quince maravillas de América Latina. La número diez es Tikal.
10. Templos mayas en mitad de la jungla: Tikal (Guatemala)
Los templos mayas de Tikal se alzan, extraordinariamente restaurados, en un rincón de la selva del Petén, al norte de Guatemala. Asombran tanto por su tamaño como por su destreza arquitectónica. Con sus altísimos templos en ángulos casi imposibles, y sus imponentes plazas, el conjunto representa la pujanza cultural y artística alcanzada por la civilización maya, que ocupó la ciudad durante 1.600 años.
De las muchas plazas que forman el complejo arqueológico, se han retirado árboles y lianas, y los templos han sido descubiertos y parcialmente restaurados, pero al recorrer estos edificios bajo un techo selvático, se tiene el placer de descubrir las anchas calzadas originales que unían los diferentes templos, como si fuésemos los primeros exploradores en hacerlo.
Tikal fue uno de los reinos más poderosos de la civilización maya, que alcanzó su apogeo entre los años 200 y 900. Construida a lo largo de casi ocho siglos, Tikal es una sucesión de cientos de templos, pirámides y estelas. No hay forma de verlo todo en un día, pero sí lo más destacado: la Pirámide del Mundo Perdido, la Plaza de los Siete Templos, el Templo IV, el más alto, el templo VI y el VI, la Gran Plaza o la llamada Acrópolis del Norte. Pasear entre estas reliquias del pasado, algunas de las cuales se alzan más de 40 metros por encima de la selva de Guatemala, nos permite imaginar cómo podía ser la ciudad cuando en ella vivían reyes y nobles. Si se camina en silencio, solo escucharemos a sus actuales residentes (agutíes, coatíes y monos araña) bajo los árboles.
Tras subir una empinada escalera de madera, desde el elevado Templo IV, en el límite occidental del recinto, se contempla una vista fabulosa. Este templo es el segundo edificio precolombino más alto del hemisferio occidental (44 metros).