Situada por encima de los 4.000 metros sobre el nivel del mar, las condiciones de vida de esta comunidad no son precisamente fáciles. Es uno de los pocos sitios de Perú donde las mujeres no llevan sombrero. La prenda habitual es mantilla de color negro. Todos los varones llevan gorro, los casados de color rojo y los solteros, incluidos los niños, de dos colores; blanco y rojo. Así se evitan posibles confusiones o equívocos sobre el estado civil de cada uno de ellos.