Sarat (guía turístico camboyano): cuando llegó Pol Pot con los Jemeres Rojos a Knom Penn, ordenó el desalojo inmediato de la ciudad. Nosotros sabíamos que hablaba en serio pues los que se demoraban en acatar la orden eran inmediatamente asesinados por los soldados. Yo salí corriendo de mi casa con unos pantalones, una camisa y unos zapatos. Nos subieron a unos camiones y nos llevaron a un campo de arroz en el que habían construido unos barracones que nos servirían de alojamiento. Era una especie de campo de concentración sin vallas. No las necesitaban, pues era tal el miedo que teníamos, que nadie se atrevía a escapar. Al principio sólo nos daban sopa de arroz, pero luego mejoró el trato y comenzaron a darnos arroz seco. Creían que sus charlas educativas estaban dando frutos y nos íbamos haciendo comunistas.
Turista español: ¿Qué diferencia hay entre sopa de arroz y arroz seco?
Sarat: la sopa de arroz es agua con unos pocos granos flotando y el arroz seco tiene más cantidad. De todas formas, para sobrevivir tenías que comer de cualquier cosa que encontraras; cascaras de plátano, hojas de árbol, insectos…
Así estuvimos 3 años, hasta que los vietnamitas comenzaron su guerra contra Pol Pot y llegaron a los campos de arroz. Los Jemeres Rojos salieron huyendo hacia las montañas y entonces pudimos volver a la ciudad.
Cuando los camboyanos nos juntamos para hacer alguna comida familiar no hablamos de política; es la única forma de que termine en paz. No hay familia camboyana que no tenga algún muerto entre sus miembros. En la mía mataron a mi padre, a un hermano y a un cuñado. Así que mejor no hablar de política…
Jorge: lo más sorprendente de Sarat es la alegría contagiosa con que desarrollaba su trabajo. Quizás haber vivido 3 años en el infierno le hacía ver las cosas de forma distinta a nosotros.
El genocidio camboyano está considerado el mayor de la historia: un tercio de la población no sobrevivió a las purgas.
En la imagen uno de los bellísimos arrozales de Camboya.