A pesar de que no es un destino muy conocido, el pequeño país de Belice ofrece a sus visitantes una extraordinaria oferta turística; la Barrera de Coral de Belice (segunda más grande del mundo), más de 450 cayos de arenas paradisíacas, excelente pesca, aguas seguras para nadar, navegar o hacer windsurfing. Se puede hacer rafting en cuevas, bucear, explorar junglas y reservas de vida silvestre u observar algunas de las 544 especies de aves que habitan el territorio. Por si esto no fuera suficiente, también alberga importantes ciudades mayas que rivalizan con las de México y Guatemala.
Otro aspecto interesante del país es su sorprendente riqueza étnica. En Belice conviven diversas comunidades entre las que se incluyen: mayas (yucateco, mopán y kekchí), creoles, mestizos, garífunas, hindúes, árabes, chinos, menonitas y Rastafaris. Además, Belice es hogar de ciudadanos venidos de El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos, Cuba, Jamaica, Colombia, Panamá, Alemania, Reino Unido, España, Brasil y Sudáfrica.
En la imagen de esta semana podéis ver a un integrante de una de estas etnias, un rastafari que conserva las creencias y tradiciones de Jamaica.