

Un prolijo artículo periodístico publicado en el suplemento dominical de El País por Pablo Ordaz, tiene por título Muerte de Venecia. En el mismo se describen minuciosamente las causas que están llevando a la ciudad a un colapso fatal: por un lado el ingente número de turistas que la visitan cada día, más de 24 millones al año que al mismo tiempo que alimentan su economía, destrozan su delicado y frágil ecosistema. Por otro, la imparable desbandada de venecianos que han abandonado su residencia en la ciudad por otros lugares más cómodos y baratos. Ambos factores más la inestimable ayuda de los políticos locales, una panda de ineptos y corruptos, con su alcalde a la cabeza, recientemente detenido, están consiguiendo convertir a la que probablemente sea la ciudad más bonita del mundo en un parque temático.
El artículo recomienda, siguiendo el consejo de los lugareños, hacer la visita al alba o al ocaso, los únicos momentos del día, mágicos, en los que consideran que la ciudad no está tomada por las hordas turísticas.
Difícil situación. Se le podría aplicar lo que dice la famosa copla popular:
Ni contigo ni sin ti
tienen mis males remedio;
contigo, porque me matas
y sin ti, porque me muero.
Las fotos están tomadas durante la escala que hacía nuestro crucero en la ciudad, sólo una mañana. Así que, lo confieso, yo también formaba parte de las hordas turísticas. Pero en fin, como decía Jesucristo: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra…
Para terminar, un vídeo con la bellísima música de la película “Marco Polo” de Ennio Morricone, un maravilloso homenaje al insigne viajero veneciano. He elegido la versión larga, mucho más evocadora que la que incluye únicamente el tema principal. Espero que os guste.