

Monasterio y Sitio de El Escorial
Hoy os dejo con uno de los lugares descrito por Eduardo Manzano en su artículo “Viaje por España a través de 14 monumentos”.
“El Escorial no puede entenderse sin el aporte que supusieron las riquezas llegadas de América. Su tono frío y austero no deben hacer olvidar que aquí se invirtieron grandes sumas que permitieron, además, concluir la inmensa obra en apenas dos décadas. No se trató, sin embargo, de un imponente palacio para el hombre más poderoso del mundo, Felipe II; se trató de un monasterio, un lugar de retiro y meditación, donde rodeado de colaboradores cercanos y monjes jerónimos, y en contacto con Dios, el rey buscaba inspirarse para saber administrar el mayor imperio de la época. El Escorial refleja el carácter del imperio español en su apogeo, pero también su decadencia. Tras la muerte de Felipe II, el sitio no gustó mucho a sus sucesores. Quedó como lugar de enterramiento de los monarcas, aunque no siempre, y atravesó épocas difíciles, por ejemplo con la desamortización del siglo XIX, cuando casi quedó deshabitado y su biblioteca sufrió varios expolios”.