El Fin del Mundo (geográficamente hablando): Fisterra / Finisterre
Su nombre procede del latín finis terrae, fin de la tierra; y punto final también del Camino de Santiago. La singularidad geográfica de Fisterra cautivó desde antiguo a multitud de personas que anhelaban asomar al fin del mundo, donde la tierra acaba y el mar comienza o por lo menos así lo creyeron las legiones romanas al contemplar el hundimiento del sol en sus aguas. Antiguos geógrafos grecorromanos ubican aquí el Promontorium Nerium y el Ara Solis, el altar de culto al sol, construido por los fenicios y que el mismo Apóstol Santiago hizo destruir al poco tiempo.
La singularidad de Fisterra surge de las muchas leyendas que envuelven a estas tierras, en las que se entrelazan temas religiosos, marítimos y elementos pétreos. Gracias a la memoria de las gentes de este lugar, estas leyendas siguen vivas, cautivando, junto a las maravillosas vistas que Fisterra posee, a todo aquel que se asoma a visitar el Fin del Mundo. www.concellofisterra.com
Fotografía tomada en el viaje que hicimos por la Galicia Interior y las Rías Altas a comienzos de marzo, antes del periodo de confinamiento.