Durante siglos la ciudad de Rávena fue el centro del mundo, en un primer momento como capital del Imperio Romano de Occidente con Tedorico Rey de los Godos, posteriormente como centro del Imperio Bizantino, cuando cambió radicalmente la arquitectura de la ciudad enriqueciéndose con monumentos y mosaicos.
Rávena es considerada una de las ciudades más interesantes de la región Emilia Romaña, única por el complejo de monumentos paleocristianos y bizantinos que la caracterizan. La céntrica Plaza de Popolo marca el centro histórico de la ciudad con el Palacio de Gobierno, hoy sede de la prefectura que ocupa los dos tercios de la plaza y el Palacio Municipal, que tiene en la fachada dos columnas venecianas de granito.
Rávena acoge las más altas realizaciones de arte paleocristiano, la Basílica de San Vitale, con un extraordinario espacio interior enriquecido por decoraciones marmóreas y de mosaicos, entre los cuales resaltan los espléndidos mosaicos bizantinos del ábside, en oro verde brillante. Al lado se encuentra otra obra maestra, el Mausoleo de Gala Placidia, que posee un exterior muy sencillo en pleno contraste con el interior rico y armónico con mosaicos de vivaces colores azules pavo real, verde musgo, oro y naranja. En el Complejo Monástico de San Vitale se encuentra el Museo Nacional, que completa el patrimonio artístico cultural de Rávena con restos de épocas romanas, ciclos de frescos y colecciones de tejidos y marfiles.
El Baptisterio de los Ariani, es también parte integrante de la Rávena paleocristiana con su forma octogonal y el estupendo mosaico de la cúpula.
Volviendo hacia la Plaza del Popolo, no muy lejos se encuentra la Tumba de Dante, pequeño templo de estilo neoclásico que guarda los restos del insigne poeta italiano que murió en Rávena en 1321. http://www.italia.it/es/descubre-italia/emilia-romana/ravenna.html#tab1